Tratamiento de aguas residuales en Latinoamérica

Por la cantidad de personas que hay en Latinoamérica, se producen aproximadamente 225.000 toneladas de residuos sólidos cada día; a pesar de esto, es mínima la cantidad de las aguas de alcantarillado que reciben tratamiento. 

Cuando no reciben tratamiento óptimo, estas aguas negras suelen vertirse en aguas superficiales, donde pueden convertirse en un riesgo para la salud humana, el medio ambiente y los animales.

Especialmente en Latinoamérica, existe un sin número de corrientes que reciben descargas directas de residuos, todos estos vienen de parte de la industria y los hogares.

Ventajas de una planta de tratamiento de aguas residuales

La construcción y operación de una planta de tratamiento de aguas residuales puede tener diversas ventajas, entre las cuales se encuentran:

Reducir los desechos: Las plantas de tratamiento de aguas residuales están encargadas de refinar el agua, mientras eliminan la cantidad masiva de desechos antes de liberarlos al medio ambiente. 

Un proceso de refinación de agua reduce en gran forma los riesgos que puede tener la contaminación ambiental sobre la salud de las personas. 

Producir energía: todo el lodo que se recoge durante un proceso de tratamiento, conlleva una gran cantidad de material que es biodegradable. Esto ocurre porque es un proceso anaeróbico que alcanza la producción de metano. 

El gas metano que se ha producido durante el tratamiento del agua, puede ser útil para generar electricidad; la electricidad incluso para alimentar la planta de tratamiento de aguas residuales.

Producir fertilizantes: los materiales biodegradables que hay en las aguas residuales, se pueden convertir en fertilizantes naturales para usar de forma agrícola y aumentar el rendimiento de los cultivos; mientras tanto, se reduce el uso de fertilizantes químicos. 

Reutilizar el agua: cuando el agua pasa por las plantas de tratamiento de aguas residuales, hay una producción de agua reutilizable que puede usarse en cualquier otro tipo de producciones y propósitos, como riego y lavado y usos industriales y comerciales.

Protección del medio ambiente: las plantas de tratamiento de aguas residuales ayudan a prevenir la contaminación del agua, aire y suelo, reduciendo el impacto negativo en el medio ambiente.

Cumplimiento con regulaciones: las plantas de tratamiento de aguas residuales pueden ayudar a cumplir con las regulaciones ambientales y de calidad del agua establecidas por las autoridades locales y nacionales.

¿Cómo se puede gestionar una planta de tratamiento eficiente?

Para gestionar una planta de tratamiento de manera eficiente es necesario tener en cuenta varios aspectos clave.

En primer lugar, es importante contar con un equipo técnico capacitado y experimentado que pueda realizar el seguimiento y control de los procesos de tratamiento. Además, es fundamental asegurarse de que se utilicen las tecnologías y equipos más adecuados para el tipo de residuos que se tratan, así como llevar a cabo un mantenimiento regular y adecuado de los mismos. También es fundamental contar con un sistema de monitoreo y control para evaluar constantemente la calidad de los efluentes tratados. Por otro lado, es necesario cumplir con todas las regulaciones y normativas pertinentes para asegurar que la planta de tratamiento cumpla con los estándares de calidad y seguridad necesarios. Finalmente, es importante tener una gestión adecuada de los residuos generados, incluyendo su almacenamiento, transporte y disposición final de manera ambientalmente responsable. La gestión eficiente de una planta de tratamiento de aguas residuales contribuirá no solo a la protección del medio ambiente, sino también a la salud pública y el bienestar de la sociedad.

Las plantas de aguas residuales y sus opciones de tratamiento

Existen varios tipos de tratamientos de aguas residuales que se utilizan en Latinoamérica, dependiendo de las características de las aguas residuales y los requerimientos de calidad del efluente final. Algunos de los tipos de tratamiento más comunes son:

Tratamiento físico: este tipo de tratamiento utiliza procesos físicos como la sedimentación, la filtración y la separación para eliminar sólidos y partículas suspendidas del agua residual.

Tratamiento químico: el tratamiento químico se basa en la adición de productos químicos para precipitar y eliminar compuestos orgánicos y contaminantes del agua residual.

Tratamiento biológico: en este tipo de tratamiento se utilizan microorganismos para descomponer y eliminar la materia orgánica del agua residual. Los procesos biológicos más comunes son la biodegradación aerobia y anaerobia.

Tratamiento avanzado: este tipo de tratamiento se utiliza para mejorar la calidad del efluente final mediante la eliminación de contaminantes específicos, como nutrientes, metales pesados y contaminantes emergentes.

Impacto ambiental de las plantas de tratamiento de aguas residuales

El tratamiento de aguas residuales es necesario para prevenir la contaminación ambiental y del agua, además de contribuir a la salud pública.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen aproximadamente 25 enfermedades que pueden ser provocadas por la contaminación del líquido y un agua que no ha pasado por un tratamiento de limpieza residual. 

Si se trata el agua, se está evitando el vertimiento de contaminantes en ríos, lagos o mares, y de esta manera se estará realizando un aporte significativo para mitigar algunos problemas de contaminación ambiental como el agotamiento del oxígeno disuelto, la eutroficación, entre otros.

En Applus+ K2, realizamos diseño de las plantas de tratamiento, gerencia de proyecto, interventorías o supervisión, con un equipo de expertos para el desarrollo de proyectos adaptados a las necesidades, cumpliendo con los requisitos técnicos y de calidad exigidos y teniendo en cuenta que la solución planteada sea sostenible en el tiempo.